¡No es una etapa!: El revival del estilo emo a casi 20 años de su popularización

"La gente joven quiere empezar a sentir que hay un sentido de comunidad en cómo nos vestimos y nos presentamos a nosotros mismos", dijo Antonio Pignone de London, quien la mayor parte de su vida ha coleccionado poleras de bandas como My Chemical Romance y Green Day. "Por un tiempo, hubo un sentimiento de que te tenías que ver 'genial' o 'a la moda' o 'chic' — creo que la gente quiere decir algo ahora", afirmó a Vogue.

Y es que con la rapidez de las tendencias (y microtendencias) en el internet, y la creciente concientización sobre el consumismo y sus efectos en el planeta, los usuarios jóvenes han promovido el estilo propio, más allá de la estética del momento. En el mismo sentido, la nostalgia ha tenido un gran efecto en la reaparición de estilos como el punk, gyaru y más recientemente, el emo.

A diferencia de otros como el cottagecore o coquette, el estilo emo parece evocar el sentimiento de quién lo usa, no sólo la estética. Aún así, hay quienes cuestionan la autenticidad de los "nuevos emos" al venir de esferas más populares que no sufrieron los cuestionamientos del público general (como la prensa nacional que les acusaba de satanistas o peor).

Las redes sociales, por supuesto, han promovido esta popularización y posicionamiento en lo mainstream. "(…) una de las razones por las que el estilo emo ha vuelto a hacerse popular se debe al desarrollo de la subcultura y la cultura madre de la cultura emo, que ha llevado a mezclar y cruzar distintos géneros y ha irrumpido en la creación de moda más innovadora. Aunque el núcleo y los principios del estilo emo permanecen inalterados, los atuendos y el maquillaje emo han evolucionado para que más gente de la cultura dominante esté dispuesta a adoptarlos", comentan desde PlushThis.

Orígenes del estilo

Derivado del movimiento punk a mediados de los 70, el estilo emo se usó en un comienzo para describir la música de bandas que buscaban emocionar a su público, conectando con los sentimientos nihilistas y, posteriormente, de ira hacia la sociedad y el sistema.

A medida que pasaba el tiempo, el enfoque social se perdió y dio paso a una estética individual (más no individualista), diferente al punk que es inherentemente colectivo. Asimismo, el estilo fue evolucionando hasta llegar a su peak a principios de los 2000, con los característicos colores oscuros y piercings.

"El estilo (emo) se remonta a principios de la década de 2000, cuando el Internet no era más que una pequeña cosa", dijo la estilista de celebridades Cindy Conroy a Vogue en un análisis del regreso de la tendencia. "La cantante y princesa emo Avril Lavigne lo puso de moda cuando se utilizaban por primera vez sitios web como Myspace. Vimos flequillos despuntados hacia un lado, puños de cuero apilados, Dr. Martens, cinturones con tachuelas y un color siempre basado en el negro", comentó.

En el último año hemos visto una resurgencia en el estilo, con influencers como Tara Yummy y Johnny Gilbert, y celebridades como Megan Fox y Olivia Rodrigo. Asimismo, son varias las representaciones culturales que han vuelto a posicionarse en los 2000, como la novela gráfica Class of 09 y la próxima película Y2K.

Aunque es una aproximación que los puristas no considerarían como parte de la tendencia, la aparición estos actores ha impulsado a quienes tienen estilos alternativos a experimentar y compartir en la esfera online, aunque el sentido de comunidad aún es inexistente como con la mayoría de los estilos.

Aún así, en medio de una recesión y posibles conflictos bélicos (más de los que ya hay), la moda emerge nuevamente como una herramienta para expresarse, y gracias a la popularización del consumo de segunda mano, cualquiera puede experimentar y, quizá, encontrar su nicho.